Creemos que invertir en el desarrollo de la tierra genera retornos convincentes y, al mismo tiempo, resuelve una de las necesidades más fundamentales de la humanidad.
Nuestro modelo aborda las brechas financieras críticas en el ecosistema inmobiliario de América Latina, donde los proveedores de capital tradicionales históricamente han desatendido a millones de familias capaces y dispuestas a pagar por la propiedad de la tierra.
Al proporcionar financiación mediante deuda para el desarrollo de tierras en América Latina, permitimos que las familias de bajos ingresos acumulen riqueza mediante la propiedad de propiedades y, al mismo tiempo, ampliamos la oferta de viviendas asequibles de la región. Suministramos infraestructura crítica, como carreteras, plomería y electricidad, y catalizamos comunidades prósperas.